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Pareciera un producto de ciencia ficción, pero este metal líquido capaz de cambiar de forma e impulsarse por sí mismo es un invento reciente de científicos en China.
Fabricado a partir de aleación de metal que contiene, en su mayoría galio (un metal que se derrite justo por debajo de los 30ºC), puede propulsarse durante aproximadamente una hora por sí mismo con tan sólo un toque de aluminio.
Esto se debe a que, cuando el aluminio se funde con el metal, provoca una reacción que genera burbujas, las cuales empujan al metal a lo largo de la pista especialmente diseñada.
La reacción también permite al material condensarse y adoptar diferentes figuras.
Cuando se le añade una corriente eléctrica, se transforma de manera sorprendente. Posteriormente, regresa a su gota original.
Pareciera un producto de ciencia ficción, pero este metal líquido capaz de cambiar de forma e impulsarse por sí mismo es un invento reciente de científicos en China.
Fabricado a partir de aleación de metal que contiene, en su mayoría galio (un metal que se derrite justo por debajo de los 30ºC), puede propulsarse durante aproximadamente una hora por sí mismo con tan sólo un toque de aluminio.
Esto se debe a que, cuando el aluminio se funde con el metal, provoca una reacción que genera burbujas, las cuales empujan al metal a lo largo de la pista especialmente diseñada.
La reacción también permite al material condensarse y adoptar diferentes figuras.
Cuando se le añade una corriente eléctrica, se transforma de manera sorprendente. Posteriormente, regresa a su gota original.
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